17 de diciembre de 2014

London 2013... Revisited (Parte 2)

Volveriamos a Hyde Park en unos días, ya con mejor tiempo, al menos no llovió como el primer dia.

Londres se levantó esa mañana de mediados de agosto con alguna que otra nube en el cielo. Nadie hacía presagiar lo que pasaría por la tarde.

Tras desayunar en el hotel y darnos una ducha, partimos hacia el centro de la capital inglesa. El día prometía, vaya que sí. Tras hablarlo, Juan Carlos decidió que iríamos a Piccadilly Circus, y desde ahí, bajar hacia St. James Park y después ir hacia el Palacio de Buckingham.

Cogimos el metro en Edgware Road y en algo menos de cuarto de hora llegamos a la estación de Picadilly Circus.

Impresionante, pensé al ver Piccadilly Circus la primera vez, al salir por la boca del metro. Increíble, seguí diciendo al hacer fotos a la plaza. Increíble. No sé cuantas veces lo dije. Quizá por verlo tantas veces en fotos y pensar "tengo que ir allí", hizo que me cautivara más de lo que me cautivó.


Tras hacer todas las fotos que hicimos y antes de bajar por Regent Street hasta nuestro próximo destino, entramos en la tienda Lillywhites, la mayor y, en mi opinión, la mejor tienda de deportes de Londres, al menos por calidad y precio. Si os gusta el fútbol como al que escribe, preparad dinero y unas buenas piernas para recorrer de punta a punta las 2 plantas llenas de material de fútbol, sobre todo camisetas y balones. En total el edificio tiene 6 plantas. En cualquier rincón vais a encontrar una ganga, os lo aseguro!

Al salir, nos dispusimos al fin a recorrer el último tramo de Regent Street, para empezar a ver la zona verdaderamente “real” de Londres.

Llegamos a Waterloo Place, una pequeña plaza en la que encontramos el Ateneo de Londres, el más importante lugar de reunión de los “caballeros” en épocas más antiguas.

En la plaza también podemos ver la estatua de Robert Falcon Scott, explorador inglés que murió en 1912 durante una expedición en la Antártida.

Tras salir de la plaza, nos encontramos con una gran avenida, llamada “The Mall”. Esta avenida nos llevaría al Horse Guard Parade. Es una explanada muy grande, en la cual, como su propio nombre indica, actualmente se hacen espectáculos con caballos. 

Tras ver uno de estas exhibiciones, a la espalda nos quedó uno de los muchos monumentos a los caídos en las dos guerras mundiales. Tras ver el monumento, procedimos a entrar a St. James Park (no confundir con el también majestuoso estadio del Newcastle United).

Al entrar en el parque nos quedamos sorprendidos por la grandiosidad que tiene. Este parque tiene un lago, y patos, muchos patos. El parque, como digo, es muy grande. La punta contraria por la que entramos desemboca en el Palacio de Buckingham.

Bien, ya estábamos ahí, en ese monumental edificio. Junto con el edificio, podemos ver el monumento
a la Reina Victoria, muy bonito y grandioso, al igual que el palacio. 

El Palacio de Buckingham es el palacio por antonomasia en Reino Unido.  Es el lugar donde dicen que vive la reina de Inglaterra, aunque nosotros no la vimos. Lo que si vimos fue uno de los soldados de la guardia real, los cuales no se pueden mover. Algo tan característico de Londres no podía fallar. Al salir de ver el palacio nos metimos por Constitution Hill, por la que íbamos a ver otro de los importantes monumentos (si hablamos de historia) en Londres. Constitution Hill es una calle muy oscura, por todos los árboles que tiene. En la siguiente foto podéis verlo.

Al salir de Constitution Hill, llegamos al monumento dedicado a la victoria de Inglaterra sobre Francia en la etapa de Napoleón. Se trata del Wellington Arch. Es simplemente impresionante. En dicha plaza, también podemos encontrar una estatua de Sir Arthur Wellesley, duque de Wellington, a caballo.

Al acabar de ver el arco y la estatua, nos dirigimos a Victoria Street, una calle muy cosmopolita dentro del centro de Londres. En ella puedes encontrarte un edificio del siglo XVII junto a uno recién construido. Así de raro es Londres. Aprovechamos también para hablar con nuestras familias y amigos, ya que encontramos WiFi en una cafetería.

Al final de esta calle nos esperaba nuestro destino final en esa mañana con tanta visita, llegábamos al barrio más visitado de Londres. Si os hablo del London Eye, del Big Ben y del Parlamento…?

Efectivamente, estábamos llegando a Westminster. ¿Y que nos iba a acontecer en este barrio?

Lo primero que nos aconteció fue el hambre, por lo que decidimos buscar un sitio barato y bueno. Encontramos un pub  al viejo estilo british. Y sí, digo al viejo estilo porque lo era. Era viejo, casi rozando lo rancio. Era como meterse en la casa de Los Roper. Aun así, la comida estaba genial. Comimos barato y bien. Juré por lo más sagrado que iba a volver, y sé que pronto lo cumpliré.

Al salir, decidimos bajar la comida viendo de forma rápida la plaza de Westminster. Vimos de lejos el Big Ben y mucho más de lejos el London Eye. 

Decidimos volver un rato al hotel, a reposar la comida y relajarnos un poco, aún quedaba mucho que ver.

Al volver a salir hacia Westminster, vimos por fin todo con más calma. Al salir del metro vimos la iglesia de Santa Margarita, las estatuas de Nelson Mandela y Winston Churchill, la Abadía y el enorme Big Ben. Es mucho más grande de lo que creía, Esa torre del reloj impone. Vimos las casas del Parlamento, el puente de Westminster e hicimos las típicas fotos desde ese puente.

Al otro lado del puente pudimos ver la noria más conocida del mundo: el London Eye. Intentamos subir, pero no pudimos por dos motivos: subir era muy caro, y además se puso a llover como si no hubiera mañana. Tuvimos que darnos prisa, ya que no llevábamos nada para no mojarnos, no preveíamos que fuera a llover. Tuvimos que cruzar a toda velocidad el puente de Hungerford, no sabéis que sensación el cruzar el Támesis así!

Al llegar a la otra orilla, nos encontramos con la enorme estación de Charing Cross. No entramos en la estación, ya lo haríamos días después. Fuera de la estación aprovechamos de nuevo para contactar con España. gracias al WiFi de un quiosco. Fuera de la estación estaba la estación de metro de Embankment, y como no paraba de llover, decidimos volver a nuestra casa en Londres.

Al día siguiente pasaría algo inesperado, algo que no deseo a nadie, sólo por la experiencia que pasamos. Para descubrirlo tendréis que leer el siguiente capítulo!!

6 de noviembre de 2014

London 2013... Revisited (Parte 1)

Hace algo más de un año, tras un largo tiempo intentando convencer a mi amigo Juan Carlos, nos decidimos a volver a mi ciudad europea favorita, la capital de Reino Unido, Londres.

Parece que hubiera sido hace años, pero yo lo recuerdo como si fuera ayer mismo, igual de nítido en mi cabeza. Desde pensarlo, elegir fechas y todo lo demás, se nos sumó un extra: el más grande fan del Fulham en España: Daniel.

Coger un vuelo y un hotel por separado y después cambiar de opinión y cogerlo todo junto, cambiar el dinero y esperar los dos meses y pico hasta que nos fuimos pasó lento, muy lento, y obviamente se me hizo largo, muy largo.

Aunque ya había estado en Inglaterra antes, al llegar me sentí raro, como en otro mundo, no sabría definirlo. Quizá por ser un país del que estoy enamorado desde hace tiempo y que quizá en un futuro me dé algo me hizo sentirme así. Llegar a Heathrow y montarnos en el Underground significaba empezar esta travesía por tierras británicas.

Hora y pico después de coger la linea azul oscuro del Underground desde el aeropuerto, llegamos a nuestro destino: el barrio de Edgware Road, al noroeste de Londres. Nos alojamos en un hotelito de 3 estrellas regentado por una familia de indios (de la India). No era casualidad, este barrio es uno de los más multiculturales dentro de la ya impresionante multiculturalidad de Londres. Era algo normal.
En el hotel nos tocó una habitación en la segunda planta, algo pequeña para 3, con su televisión de pantalla plana y su baño. No nos importó en absoluto.

Recuerdo ese primer día como si hubiese sido ayer, un ayer que se viene a mi cabeza con música de The Cure, de Queen y de los Rolling Stones, y quizá algo de The Beatles, aunque no estuviese esta vez en Liverpool. Quizá por Londres sea por lo que me gusta tanto la música británica.

Recuerdo que esa tarde, después de dejar las maletas, comprarnos unos refrescos (recuerdo que fueron unas ´Mirindas´) y sacamos las tarjetas de transporte de Londres (que aún conservo y que no dudaré en volver a usar cuando regrese). Después nos fuimos a la zona de Paddington, al lado del hospital y de la comisaría de policía. Más tarde, nada mejor que acabar el día en Hyde Park, cruzando de un lado a otro, y ponerse enfrente del imponente Royal Albert Hall. El destino quiso que nos pillase la lluvia al llegar a "nuestro" barrio, pero por suerte no nos mojamos.

Había que volver por Hyde Park, eso pasaría días más tarde, aún nos quedaban 6.

5 de octubre de 2014

Eros Ramazzotti - Ahora tú (Adesso tu)

Hoy os presento este tema del cantautor italiano Eros Ramazzotti, titulado "Adesso Tu" (Ahora Tú), con el que el cantante ganó el Festival de San Remo de 1986.

He de decir que es mi primera (sí, la primera de verdad) traducción de un texto del italiano al castellano, y he de decir que creía que iba a ser más sencillo, por aquello de ser las dos lenguas romances. Me decían que no iba a poder, que como estoy empezando a estudiar italiano no iba a dar pie con bola. Pues aquí podéis ver que he podido, y vaya que sí. Me ha costado rimar los versos, para que tuviera algo de sentido en español. Como me ha gustado y no ha quedado nada (pero que nada) mal, prometo repetir con más temas, de veras.

Canción muy romántica, en la línea de todas las del cantautor romano. Poco más os puedo contar, disfrutadla. Acepto críticas, estoy empezando a estudiar italiano, y quizá me haya tirado a la piscina antes de tiempo, vosotros me diréis. Hasta la próxima.

Gracias a mi amiga italiana Giulia por una corrección.



"Adesso tu"

Original: Eros Ramazzotti, Piero Cassano, Adelio Cogliati

Nato ai bordi di periferia,
dove i tram non vanno avanti più,
dove l'aria è popolare,
è più facile sognare
che guardare in faccia la realtà.

Quanta gente giovane va via
a cercare più di quel che ha,
forse perché i pugni presi
a nessuno li ha mai resi
e dentro fanno male ancor di più.

Ed ho imparato che nella vita
nessuno mai ci da di più,
ma quanto fiato, quanta salita,
andare avanti senza voltarsi mai.

E ci sei, adesso tu,
a dare un senso ai giorni miei,
va tutto bene dal momento che ci sei,
adesso tu,
ma non dimentico
tutti gli amici miei
che sono ancora là.

E ci si trova sempre più soli
a questa età non sai, non sai.
Ma quante corse, ma quanti voli,
andare avanti senz'arrivare mai.

E ci sei, adesso tu,
al centro dei pensieri miei,
la parte interna dei respiri tu sarai,
la volontà
che non si limita,
tu che per me sei già
una rivincita.

Adesso sai chi è
quell'uomo che c'è in me...

Nato ai bordi di periferia,
dove non ci torno quasi più,
resta il vento che ho lasciato
come un treno già passato
oggi che mi sei accanto,
oggi che si sei soltanto,
oggi che ci sei,
adesso tu.
"Ahora tú"

Traducción: Alberto Ballesteros


Nacido en los límites de la periferia,
donde los tranvías ya no avanzan,
donde el aire es popular,
es más fácil soñar
que mirar a la realidad a la cara.

Cuánta gente joven se marcha
para buscar más de lo que tiene,
quizás porque los puñetazos sufridos
a nadie nunca se los han devuelto
y dentro hacen aún más daño.

He aprendido que en la vida
nadie nos da nunca de más,
cuanto aliento, cuánta subida,
ir hacia delante y no darse nunca la vuelta.

Y estás, ahora tú,
para darle sentido a mis días
todo va bien desde el momento en que estás tú,
ahora tú,
pero no olvido
a todos mis amigos
que todavía están allí.

Y nos encontramos cada vez más solos
a esta edad, no sabes, no sabes.
Cuántas carreras, cuántos vuelos,
andar hacia delante y nunca llegar.

Y estás, ahora tú,
en el centro de mis pensamientos.
en mis respiraciones internas tu serás.
la voluntad
que no se limita,
tú que para mí
ya eres una revancha.

Ahora sabes quien es
ese hombre que hay dentro de mí.

Nacido en los límites de la periferia,
donde casi ya no regreso.
queda el viento que he dejado
como un tren que ya ha pasado
hoy que estás junto a mí.
hoy que estás solamente.
hoy que estás,
ahora tú.

19 de agosto de 2014

Los últimos coletazos de Radio Berlín Internacional

Hoy vamos a viajar al pasado, exactamente al año 1990.

Como todos sabéis, tras la II Guerra Mundial y la victoria del Ejército Rojo de la Unión Soviética, en el territorio de la actual Alemania se crearon dos repúblicas distintas: una en el oeste, capitalista, la República Federal Alemana (RFA), y otra en el este, socialista, la República Democrática Alemana (RDA). Además de por su distinta ideología política, ambos países "compartían" bandera. Imagináos la actual bandera alemana. Pues bien, esos tres colores, el negro, el amarillo y el rojo, en el oeste no tenían compañía, y en el este estaban flanqueados por un escudo de armas. al viejo estilo socialista.


En el este, en Alemania Oriental, como en todos los países comunistas en esa época, existía una emisora de radio en la cual se contaba la situación del país al resto del planeta, de una forma magnífica. En la RDA existía Radio Berlín Internacional, que emitia desde Berlín Este, la capital del Estado. La emisora se podía captar desde todo el mundo, teniendo emisiones además de en alemán, en inglés, en francés y en danés.


La emisora, fundada en 1959, estaba bajo el mando del Partido Socialista Unificado, el partido gobernante que dirigió el país desde 1949 hasta su disolución en el año 1990.

Dentro del marco de las radios socialistas, la radio estatal de Alemania Oriental era la más liberal, ya que se dejaba la política de lado y se le daba más importancia a la cultura. De muchos es sabido, por las enseñanzas del Che Guevara, que "un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil de dominar". Por eso se le daba esa importancia tan grande a la cultura. Otros países "compañeros" de la RDA, los del Pacto de Varsovia, tenían un control férreo sobre los medios de comunicación hacia el exterior, lo que no ocurría en Alemania Oriental.

Tras la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, todo el país se revolucionó, buscando más libertades de las que ya gozaban en el pequeño Estado socialista. Tras todo esto, todos los ideales capitalistas enseñados por los alemanes del Oeste a los del Este fueron dominando a la todavía República Socialista.


Finalmente, tras algo menos de un año después, el 2 de octubre de 1990, justamente durante la mal llamada "reunificación alemana", Radio Berlín Internacional tuvo sus últimas horas de emisión. La melancolía, los elogios y los recuerdos de tiempos mejores salían desde la boca de los locutores hasta los transmisores de toda la República. Durante esos últimos momentos, los locutores hablaban de "absorción" y no de "reunificación" por parte de las autoridades del oeste. El que escribe piensa lo mismo, ya que tras la disolución del Estado no quedó ningún resto de este. Desapareció hasta lo más básico, el sentimiento socialista, el que Erich Honecker, presidente de la RDA desde 1976 hasta 1989, enseñó a los ciudadanos.


Estas últimas emisiones son muy interesantes. Hoy voy a presentaros dos de ellas, las dos únicas disponibles en internet, una en lengua alemana y otra en lengua inglesa.

Empezando con la emisión en inglés, decir que en esta se hace una regresión al pasado, hablando de tiempos mejores, de relaciones internacionales y por supuesto de la reunificación o absorción por parte de la RFA. La locutora acaba dando las gracias a los ciudadanos por los maravillosos años con ellos y por haberles escuchado, y que ojalá este fin de emisiones sólo fuera por un tiempo y no para siempre. Tanto en esta emisión y en la en lengua alemana, los locutores se despiden con un "Cuidense y buena suerte". En la emisión en inglés, la emisión de ese día se terminó con el tema "The End", del mítico grupo americano "The Doors". Era el final, y había que simbolizarlo de una forma especial. Era el final y el inicio de una nueva época.

Acabando con la emisión en alemán, básicamente se fundamenta en lo mismo, pero esta vez acabando con el himno alemán del Este, el "Auferstanden Aus Ruinen". Esta iba a ser la última vez que el himno de la República se escuchara por las ondas de Alemania.


Al día siguiente las emisoras de Radio Berlín Internacional empezaban a ser desmanteladas y ocupadas por la frecuencia de la Deutsche Welle, la radio pública de la República Federal Alemana. Tras despedir a toda la plantilla de la radio del Estado Socialista, sólo una pequeña parte de ella fue readmitida.


Muchas de las ideas de esta entrada están sacadas de aquí. Muchas gracias al creador y a vosotros por leerme y aprender cosas del pasado, esas cosas mejores que ya nunca volverán.